Parte 17. De camino al aeropuerto
Sonó el teléfono. Un número oculto. Hans decidió no responder, pero luego vaciló: ¿si es Elizabeth?
Sonó el teléfono. Un número oculto. Hans decidió no responder, pero luego vaciló: ¿si es Elizabeth?
El padre de Hans no lo limita en cuanto al dinero. Aceptando tímidamente cualquier regalo de él, a veces María ni siquiera abre la envoltura en su presencia.
Hasta ese día, Hans pensaba que María vivía con la expectativa de algo muy importante. ¡Y tenía razón!
Era rica, vivía en su propia pequeña y modesta casa, vestía de forma sencilla y casi todo el dinero se lo enviaba a su tía.
Hans, al ser inseguro, se sintió halagado, porque Irene - la preciosa de piernas largas, la capitana del equipo de baloncesto de la universidad que ya iba haciendo la historia del deporte nacional - no lo rechazó.